Ehh... el nombre del teniente mejor lo vamos a mantener en suspenso.
Espiémoslo entonces tomándose a la noche un respiro, después de mucho penar, acomodado sobre su caballo.
Publico un pedacito de lo que, entre ronrón y ronrón y menciones a Cándido Lopez, me está ayudando a entintar el Gato de Colores.