Despidiendo el 2015 y saludando el 2016

Siempre es importante guardar la compostura. Aunque sea fin de año y estemos festejando.
Y si sufrimos un traspié, ante todo, no perder los modales y saludar a todo el mundo.

¡Volví!

Se impresionaron?

Es que siempre me gustaron los retornos espectaculares.

Pero no vayan a creerse que me fui de vacaciones o de viaje por el tiempo, como el personaje de la ilustración. Estuve ayudando al Gato de Colores a estudiar para un examen.

Es un proceso trabajoso, lleva su tiempo: el gato fija con atención su vista en el libro y memoriza la materia. Después yo le tomo la clase, que maúlla de memoria.

Nunca fue muy ducho para explicar la lección con sus propias palabras.

En la ilustración, una escena resuelta para Santillana.

Eh... perdón, ejem

Estas cosas siempre me pasaban de chiquito...

Niños, cuando les digan que el arte es peligroso, se refieren a esto.

Podrías bajar la voz, por favor?

Me pasa a veces que lo que más me gusta de cómo queda un dibujo es un detalle lateral.

Como esta rata, muy molesta por los gritos del burro de la granja, que envuelto en la piel de un león creía que podía rugir.

Posteo nada más que la ratita, al burro, lo subo otro día.

Es que siempre tuve los oídos sensibles.