Felicidades!!

Ya sé que el año pasado les prometí un Papá Noel.

Pero creo que me gustan más los ratones.

Muchas Felicidades, y gordo, saludable y refrescante Año Nuevo!

A mí tampoco me gusta estar durante tanto tiempo ausente

Pero qué le vamos a hacer, así son las cosas. El Gato de Colores ha resuelto tomarse un misterioso receso.

Si alguna vez tuvieron gato, saben que esta teatral desaparición puede prolongarse indefinidamente.

Pero no será éste el caso. Sabemos que vendrá pronto con nuevos dibujetes.

Lo que pasa, es que está trabajando en una sorpresa tan secreta que hasta evita mostrar el aire que la rodea.

Chicos traviesos

En una ciudad de otra época, un rusito está por hacer alguna diablura (no me pregunten cuál, yo el vidrio no lo rompí).

A mí me gusta pensar que esta ciudad es San Petersburgo.

Hay caballos y carruajes, y empedrado en lugar de asfalto, así que no se oyen motores ni bocinas. Pero no vayas a creer que la ciudad es silenciosa: podemos escuchar la suma de los cascos de los caballos contra el adoquinado y el chirriar de las carretas, el aleteo de los pájaros y sus trinos, los gritos de los vendedores, las voces de los paseantes, campanadas, algunas máquinas a lo lejos, como locomotoras, bocinas de buques y fábricas.

El chico lleva puesta una gorra que me gusta mucho.

Lo dibujé para Editorial Santillana, con lápices y tintas, para comparar cómo era la vida en las ciudades antes y ahora.

Liberen a Willy

Esta simpática orca saltarina la hice en acuarela para un texto sobre medio ambiente de editorial Santillana.

Yo te sugeriría que si ves burbujas, por las dudas saques la mano del agua.

¡Volví!

Se impresionaron?

Es que siempre me gustaron los retornos espectaculares.

Pero no vayan a creerse que me fui de vacaciones o de viaje por el tiempo, como el personaje de la ilustración. Estuve ayudando al Gato de Colores a estudiar para un examen.

Es un proceso trabajoso, lleva su tiempo: el gato fija con atención su vista en el libro y memoriza la materia. Después yo le tomo la clase, que maúlla de memoria.

Nunca fue muy ducho para explicar la lección con sus propias palabras.

En la ilustración, una escena resuelta para Santillana.

Bueno... después de todo no era mi satélite.

Hay gente que encuentra siempre excusas para desentenderse de todo.

Este es un cuadrito de un comic que hice para ilustrar una lección para Richmond, Santillana.

Si hacés click sobre la imagen, vas a poder verla a mayor tamaño.

el gato volador

Bueno, no puede decirse que sea precisamente volador, ni que tampoco nuestro felino amigo esté disfrutando viajar por las alturas, pero hay que admitir que la fauna por aquí es de lo más interesante.

Si hacés clic sobre las imágenes, las vas a poder ver con más detalle.

Una ilustración que hice para una tapa de un método de idiomas, para Santillana.

Ilustración 3D de avioncito

Me pongo las antiparras, la bufanda al gato, le pego una fuerte vuelta a la hélice y no me distraigan mientras conduzco mi avión –sobre todo ahora que veo en 3D– que me estrello y después la culpa la tiene el piloto.

Este dibujo es un detalle de otro más grande que hice para Editorial Macmillan.

Eh... perdón, ejem

Estas cosas siempre me pasaban de chiquito...

Niños, cuando les digan que el arte es peligroso, se refieren a esto.

Lo prometido es deuda

Les había prometido hace tiempo subir este dibujo completo, donde un burro disfrazado termina creyéndose que puede rugir como un león.

Tiene suerte nuestro buen burro, de que los otros animalitos que lo rodean le den a entender que sus rebuznos son insoportables, y no admiran a nadie.

dinosaurios a lápiz

Me gusta mucho como quedan las ilustraciones coloreadas a lápiz.

Estos son unos personajes que hice para Santillana hace mucho tiempo, para una tira que se llamaba Dinosaurs.

Son un dragón y un dinosaurio, conversando en sorprendente yunta.

No existía internet, todavía. Fue hace tanto tiempo que creo que el dinosaurio lo tomé del natural.

engripado

Y bueno... qué esperaban, a pesar de nuestra inquietante aura romántica, los dibujantes también nos engripamos.

Por mi parte, le pedí al Gato de Colores que me reemplazara y posteara él algún dibujo, pero sólo obtuve por respuesta una mirada ausente, desparramada y panza al cielorraso desde arriba de la mesa, como de quien está haciendo una digestión muy larga, y no puede mover un lápiz.

El Gato tampoco me alcanza las vitaminas.

Ya me voy a curar y voy a colgar nuevos dibujitos. Por ahora, a conformarse con esta miscelánea autobiográfica.

El pañuelo rosa me lo regaló mi abuela.

Un granjero y unos patos

Ya hablé de patos en otro blog (incluso de granjeros) pero parece que al Tío Google no le gustó.

Así que mejor cierro el pico, publico esta ilustración que alguna vez hice para la editorial Santillana y no digo ni cuac.